Yo conocía muy de cerca la historia de mi amigo Juan Antonio Morillo, pero hoy mientras realizamos la entrevista en pleno Pirineo, junto a una manada de caballos en libertad y un fuerte viento frío del norte nos acariciaba el rostro hasta dejar nuestras narices congeladas, he descubierto lo que se siente cuando este tipo de "animales" están en la naturaleza y cuando digo "animales" no me refiero a los caballos en libertad, sino a mi amigo Juan, bajo esa camisa almidonada y su perfecto "look" de Sevillano elegante, se esconde un romántico del olivo, ese tipo de personas que no se avergüenzan de abrazar a un olivo, de darle las gracias por sus frutos, que valoran la aceituna, la aman y nunca la maltratarían, ni dejarían caer al suelo para luego convertirla en ese zumo dorado.
Momentos de técnica, de emoción, de intimidad, un abanico de sensaciones se han abierto en el episodio de NOMADA COOK©, las recetas que he cocinado muy de producto, al igual que sus aceites. Juan un verdadero placer haberte tenido en casa. GRACIAS.
